Prehistoria, hace 65 millones de años, al final del periodo cretáceo. Un iguanodonte de tres toneladas llamado Aladar se cría separado de los de su especie y crece en una isla paradisiaca al amparo de un clan de lémures. Cuando una devastadora lluvia de meteoritos provoca el caos en su pacífico mundo, Aladar pone rumbo a tierra firme y se une a un grupo de dinosaurios que buscan desesperadamente un lugar donde anidar en paz. Pero el agua y la comida empiezan a escasear, y los carnotaurios, sedientos de sangre fresca, representan un peligro constante. Es entonces cuando Aladar se ve obligado a desafiar el “orden establecido” y demuestra que saber adaptarse a cualquier situación es la mejor manera de sobrevivir.